Palabras clave: trabajo, ciudadanía, ciudadanía industrial, precariedad, flexibilidad, derechos, cohesión social, clases trabajadoras.
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE:
v Reconocer, problematizar, comprender y analizar de manera crítica los nuevos escenarios laborales y el mercado laboral al momento de vincularse con el mundo del trabajo.
v Reconocer, problematizar, comprender y analizar de manera crítica los nuevos escenarios laborales y el mercado laboral al momento de vincularse con el mundo del trabajo.
En la revolución neolítica. El reparto del trabajo ha sido una constante en la organización colectiva de los seres humanos. Ya en las sociedades más primitivas, unos cazaban y otros recolectaban, unos buscaban agua, otros, refugio. Poco a poco, el reparto se fue sofisticando y empezaron a surgir las primeras profesiones. Y con ellas, las primeras desigualdades. Incluso antes de que nacieran las ciudades, las jerarquíías se habían consolidado y unos trabajaban para otros, a menudo considerados como simple fuerza de trabajo y no como personas. Ya entonces, surgió una conciencia de los abusos laborales y, por ejemplo, en el antiguo Egipto se han encontrado indicios de la primera huelga de la historia, en la que los trabajadores se negaron a seguir construyendo la tumba de Ramsés III.
La conexión entre trabajo y ciudadanía es una idea rigurosamente contemporánea. En el mundo antiguo las cosas no eran así. Trabajo y ciudadanía existían en la Roma republicana, pero eran incompatibles entre ellos. El trabajo marcaba a fuego a los siervos; la ciudadanía era el signo de los hombres libres, para los que el ocio era inseparable de la dignidad, otium cum dignitate. Estuvo restringida desde tiempos remotos a algunas familias cuya preeminencia era debida por lo general a la propiedad privada de grandes fincas rústicas y urbanas. trabajo y ciudadanía están estrechamente ligados, sobre todo desde la Revolución Industrial. La economía contemporánea tiene, ciertamente, una tendencia a separarlos, pero nosotros ¿debemos admitir esta separación? Este será el principal punto que trataré a continuación. En un país en el cual la noción de ciudadanía social se constituyó articuladamente –y casi indisolublemente– con la categoría de trabajador (formal), y en donde la pertenencia estuvo dada a partir de una configuración socioinstitucional en la que la imbricación trabajo-derechos articuló la llave de inclusión al colectivo, los cambios producidos en la estructura del mercado de trabajo sin duda promovieron que se transformara la antigua conjunción de ambas esferas –trabajo y derechos ciudadanos–, reconfigurando sus límites, yuxtaposiciones y articulaciones.
El hombre en el trabajo
El hombre es un ser indigente con obligaciones que debe satisfacer. Para saciar esa apetencia necesita realizar una actividad (trabajo) a fin de transformar los recursos que le brinda la naturaleza y que deben ser explotados. Se trata de un combate ininterrumpido que nació con él y cuyas primeras etapas están jalonadas por el descubrimiento del fuego, el uso de los instrumentos de piedra, el cultivo de la tierra, el empleo de animales domésticos, etc. Pero cuenta además con un recurso valiosísimo, su inteligencia, a través del cual está en condiciones de transformar y convertir todos los recursos naturales. Los más de 34 años de democracia transcurridos desde 1983 estuvieron atravesados por diversas crisis económicas que alteraron los indicadores sociales del país. Sin embargo, sólo la crisis de 2001 caló hondo en el mercado laboral y provocó las peores cifras de desocupación de la historia argentina. Aquí, un repaso de los indicadores de empleo en los últimos 30 años.
www.elarcondeclio.com.ar Página de Recursos Educativos para alumnos en el Link Alumnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
www.elarcondeclio.com.ar